Roger Antonio Gutiérrez Acuña, de 23 años, quien fue encontrado muerto el pasado 14 de enero en el fondo de un pozo de siete metros de profundidad en el sector de Las Victorias, en Yalagüina, Madriz. Han pasado tres días de su fallecimiento y sus familiares no creen que él haya resbalado y muriera ahogado, si no que consideran que le arrebataron la vida porque presentaba dos puñaladas en su cuello.
El ahora fallecido laboraba en una fábrica de tabaco ubicada en la ciudad de Estelí. Sus restos fueron sepultados en el cementerio municipal de Palacagüina, de donde era originario.
Aura Acuña, prima del fallecido dijo a Noticias ABC que al revisar el cadáver observaron que tenía heridas cortopunzantes.
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“Yo lo miré y tenía una puñalada, él sangraba, yo pensé que era del oído pero era de las mismas heridas que él tenía. Después de eso lo preparamos y resulta que allí le miramos el golpe, iba quebrada la nuca, no creemos que fue un resbalón”, dijo Acuña.
La prima del fallecido Roger Gutiérrez, criticó que los propietarios del bar no avisen a sus clientes de la existencia de un pozo para evitar accidentes.
Gutiérrez Acuña estuvo desaparecido por más de doce horas y fue encontrado sin vida en el interior del pozo que está detrás de un bar.
