Textos: Correo Puno web@grupoepensa.pe
La región Puno es considerada una de las principales potencias de producción de papa con más de 500 mil toneladas anuales en el Perú, pero esto no solo es reconocido en el país sino también en el mundo, ya que actualmente el Centro Internacional de la Papa (CIP), en Lima, en colaboración con la NASA, quiere recrear las condiciones de Marte para desarrollar la tecnología necesaria yr cultivar papas para alimentar a los futuros astronautas.
PROYECTO. Al respecto el diario El País de España público un articulo sobre este tubérculo altiplánico y sus futuros usos para la ciencia mundial.
La patata (papa) fue domesticada hace unos 3.800 años, a lo largo de la ribera del lago Titicaca, entre Perú y Bolivia, y desde allí, tras la llegada de los europeos a América hace 500 años, llegó al resto del planeta. Ahora, cuando la papa es el cuarto cultivo para la alimentación del mundo, también desde Perú, se ha lanzado un proyecto para llevar el tubérculo al espacio exterior. El Centro Internacional de la Papa (CIP), en Lima, en colaboración con la NASA, son las instituciones que vienen trabajando para hacer realidad esta proyecto.
El proyecto, en realidad, está a mitad de camino entre las relaciones públicas, la astrobiología y la tecnología agraria. El padre de la idea fue Will Rust, director creativo de la agencia publicitaria Memac Ogilvy en Dubai que propuso el plan marciano para llamar la atención sobre la necesidad de producir especies de papas resistentes a las condiciones medioambientales más duras para combatir el hambre en el mundo. Además de tener interés para futuras misiones espaciales, la iniciativa ayudaría a encontrar técnicas para mejorar la producción de papas en situaciones extremas también en la Tierra.
“El interés de llevar a cabo este proyecto en Perú se encuentra en que, por un lado, aquí tenemos el mayor número de variedades de papas del planeta, con entre 4000 y 5000, y además contamos con el desierto de La Joya (Arequipa), que tiene muchas analogías con el terreno marciano”, explica Julio Valdivia-Silva, investigador asociado del SETI en la NASA y líder científico del proyecto.
En Perú hay miles de variedades de papas entre las que se busca la que mejor que se adapte a Marte
Además del interés por entender cuáles serían los retos de la agricultura en Marte para futuras misiones de exploración, Valdivia-Silva considera que este trabajo tiene una aplicación fundamental en la Tierra. “Queremos probar que estas especies de papas que tenemos pueden sobrevivir en lugares tan áridos y tan hostiles como Marte para luego extrapolar lo que aprendamos a sitios inhóspitos de la Tierra como los desiertos, lugares muy fríos, muy secos o expuestos a mucha radiación”, explica
EXPERIMENTOS. En 2014, el investigador Wieger Wamelink de la Universidad Wageningen, en Holanda, plantó 14 variedades de planta en una recreación de las condiciones del suelo de Marte. En este suelo marciano, producido a partir de suelo volcánico de Hawái por la NASA, las plantas crecieron. Aunque aquella imitación del suelo marciano era imperfecta, el experimento sugería que cultivar vegetales en Marte no era imposible.
El proyecto de las “papas marcianas”, que comenzará a poner a prueba las primeras variedades este mismo mes de enero, pretende ir más allá de la prueba estrictamente biológica. “Queremos hacer algo multidisciplinar, que involucre a biólogos o biotecnólogos, pero también a expertos en electrónica o geoquímica, porque también queremos imitar las condiciones marcianas de radiación, la cantidad de CO2 de la atmósfera o su presión”, continúa. Además, “si no fuese posible hacer crecer las papas en este suelo, probaríamos con la aeroponía, que no requiere uso de tierra”, concluye.
Un experimento de 2014 mostró que era posible hacer crecer plantas en una recreación de suelo marciano
El suelo de Marte tiene contenidos que resultan tóxicos para las plantas. Los percloratos, por ejemplo, son el tipo de sales que hacen posible que el agua fluya sobre el planeta a temperaturas bajo cero, pero habría que reducir su presencia para que allí creciesen vegetales terrestres. Más adelante, será necesario que los científicos se preocupen por otros aspectos, como el efecto de la gravedad en Marte, un tercio de la terrestre.
resultados. Esta circunstancia modifica las condiciones del intercambio de gases como el dióxido de carbono y el oxígeno en la planta y haría que crezcan más despacio. Por otro lado, la mayor cantidad de CO2 en la atmósfera incrementaría la producción.
Por el momento, Valdivia pretende arrancar su proyecto para “buscar resultados preliminares” y poder después con ellos pedir ayudas a instituciones peruanas que financien la continuidad del proyecto. Además de contar con recursos del CIP, ya colaboran con esta iniciativa para aprender a cultivar papas en las condiciones más extremas estudiantes de California, Dubai y Perú y Valdivia.