“El juego surge como una necesidad de un cerebro en construcción y tiene la finalidad de insertar a los niños en la sociedad”, asegura el pedagogo y profesor de audiovisuales Mauro Cogrossi, argentino y residente en Managua.
En el marco de la Semana de la Niñez, es fundamental recordar que jugar no es solo una forma de entretenerse, sino un derecho y una necesidad para el desarrollo integral de la infancia. A través del juego, los niños y niñas exploran el mundo, aprenden a relacionarse, comprenden normas sociales y fortalecen habilidades clave para su vida futura.
Jugar responde a una necesidad biológica y es un rasgo evolutivo que la mayoría de mamíferos comparten, explicó el especialista. Además, en estos procesos surgen juegos espontáneos en donde los niños y las niñas ejercen roles que les ayudarán a desarrollar habilidades que necesitarán en un futuro como adultos.
Cogrossi señaló que, si bien existen estos juegos espontáneos, también hay otros con el objetivo de enseñar reglas que los niños y niñas deberán aprender. Deportes como el fútbol son un ejemplo: cada jugador tiene una función específica dentro del equipo, lo que permite trabajar la autoestima, la responsabilidad y el respeto por las normas.
Socioculturalmente, se sabe que el juego y el deporte son una herramienta de orientación. El pedagogo resaltó la importancia de fomentar estas actividades en niños y jóvenes.
“El deporte es una herramienta para alejar a jóvenes de conductas riesgosas o ambientes que no son los propicios para tener un desarrollo como ciudadano adecuado, ya sea la calle o el consumo de sustancias”, explicó.
Finalmente, Cogrossi añadió que, en un mundo dominado por las pantallas, el juego tradicional surge como una alternativa para fomentar el amor al medioambiente, a los otros niños y niñas y a sí mismo.
“Lo importante es salir al patio, jugar, que tengan el contacto con los compañeros pero también con la naturaleza y alejarnos un poco de los dispositivos, que se cree que podrían estar generando ansiedad u otro tipo de trastornos conductuales”, concluyó el especialista.