Gleysi Úbeda Zeledón y Víctor Vílchez son un matrimonio de la ciudad de Somoto, en el departamento de Madriz, que hace 13 años decidieron emprender un proyecto de elaboración y comercialización de las tradicionales rosquillas somoteñas.
Inspirados por la necesidad de tener un empleo propio y mejorar sus ingresos, Gleysi y Víctor dieron sus primeros pasos alquilando hornos a otros talleres de rosquillas.
Al principio, los ingresos eran modestos, pero pronto vieron en este negocio una gran oportunidad de crecimiento.
Gleysi Úbeda Zeledón asegura que su suegra, Luz Vílchez, quien había sido una experimentada fabricante de rosquillas de toda la vida, les enseñó los secretos de la elaboración y les permitió un espacio para impulsar su propio emprendimiento.
En 2011, el matrimonio comenzó a alquilar hornos para producir las rosquillas. Aunque las ganancias eran escasas, el apoyo de Luz Vílchez y el trabajo arduo de ambos les permitió construir su propio horno en 2012 gracias a un proyecto que les permitió acceder a un horno a crédito.
Hoy, 13 años después tienen una planta moderna, empaque, generan empleo a 18 personas y comercializan su producto en Managua, Estelí y Nueva Segovia.