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La noche en que Managua se vino abajo: el terremoto de 1972 que cambió al país

Treinta segundos bastaron para quebrar el pulso de la capital nicaragüense. 53 años después, ahora luce latente y esperanzada.

El terremoto ocurrió en vísperas de Navidad. Foto: Cortesía
El terremoto ocurrió en vísperas de Navidad. Foto: Cortesía

Periodista Agencias de Noticias
23-Diciembre-2025
Managua-Nicaragua

A las 12:29 de la madrugada del 23 de diciembre de 1972, Managua dormía con la calma engañosa de las vísperas. Faltaban horas para la Navidad y la ciudad, todavía encendida por los comercios y las reuniones familiares, no imaginaba que estaba a punto de desaparecer.


El sacudón fue seco, brutal, definitivo. Treinta segundos bastaron para quebrar el pulso de la capital nicaragüense. El terremoto, de magnitud 6.2 en la escala de Richter, no fue el más grande del siglo, pero sí uno de los más devastadores que recuerde América Latina.


La clave estuvo bajo tierra. El hipocentro se localizó a apenas cinco kilómetros de profundidad, justo debajo del corazón urbano. Tres fallas geológicas —Tiscapa, Los Bancos y Chico Pelón— se activaron casi al unísono, como si la ciudad hubiese sido sacudida desde adentro.


A los pocos segundos llegaron las réplicas. Dos movimientos fuertes, de magnitudes cercanas a 5.0 y 5.2, terminaron de derrumbar lo poco que seguía en pie. Managua quedó a oscuras, sin agua, sin comunicaciones y sin una idea clara de lo que acababa de ocurrir.


Los incendios comenzaron casi de inmediato. Las tuberías rotas y la falta de presión impidieron combatir el fuego, que avanzó sin control por varias manzanas del centro. El resplandor de las llamasiluminó una ciudad en ruinas. Cifras imposibles y una capital borrada. 


Las cifras nunca fueron exactas. Se habla de entre 10 mil y 20 mil muertos, más de 20 mil heridos y decenas de miles de personas sin hogar. Muchos cuerpos fueron enterrados en fosas comunes, otros jamás fueron identificados. El 90 por ciento del centro urbano quedó destruido. Alrededor de 600 manzanas se perdieron por completo. Managua, como entidad reconocible, dejó de existir esa madrugada.


Nota original publicada por: Excélsior 


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