El estrés es una respuesta natural del cuerpo ante situaciones percibidas como amenazas o peligros. Según la psicóloga clínica Berta Isabel Pérez, este puede ser temporal o prolongarse en el tiempo, derivando en estrés crónico, lo que afecta la salud física y mental.
El licenciado en psicología Didier Hamlet Jarquín Bermúdez añade que: “el estrés crónico es uno que tiene un tiempo prolongado y se puede pronunciar de muchas maneras, físicas y mentales”. Jarquín comenta que esto se puede manifestar en problemas para dormir, dolores de cabeza, malestares estomacales e incluso pérdida o aumento de peso.
En los entornos laborales, el estrés puede presentarse por diversos factores, aunque le guste su trabajo. “Un poco de estrés puede ayudarle a conseguir buenos resultados. Pero cuando su estrés laboral es constante, puede llevar a problemas de salud”, señala MedlinePlus, un sitio web que ofrece información de salud de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos.
Quizá le interese: ¿Cómo saber si sus relaciones de pareja o amigos son sanas?
Uno de los factores principales es la sobrecarga laboral. Un encargado de recursos humanos de una empresa capitalina, quien prefirió mantenerse en el anonimato, menciona que muchos trabajadores acumulan estrés porque asumen más responsabilidades de las establecidas en su contrato inicial.
Para reducir el impacto del estrés, la psicóloga recomienda "tomar pequeños descansos durante la jornada, practicar la respiración profunda y encontrar momentos para desconectarse".
Desde el ámbito empresarial, el representante de recursos humanos destaca que "dar vacaciones adecuadas y equilibrar las jornadas laborales es clave para la productividad sin exceso de trabajo".
Lea también: “Es tiempo de priorizar la salud mental en el lugar de trabajo”
Pérez enfatiza que las empresas deben "crear una cultura emocionalmente abierta, donde los empleados se sientan escuchados y apoyados". También recomienda brindar flexibilidad en horarios y espacios de trabajo.
El encargado de recursos humanos concluye que "la productividad no debe estar vinculada al exceso de trabajo, sino a un flujo constante de tareas bien distribuidas".
Mantener el equilibrio entre trabajo y bienestar es fundamental para evitar el estrés crónico y mejorar la calidad de vida laboral.
